Bueno, pues ya, se acabaron los dramas en cuanto al problema del muerto. Finalmente lo vi. Sólo que antes de verlo no le dije a nadie. Pero es que varias cosas han pasado estos días que me han hecho pensar y crecer y pensar que he crecido.
Cuando estaba recién comenzada la bronca, yo me preguntaba para qué me buscaba y juraba que no quería volver con él y puro drama, ¿no? Pero conforme ha ido pasando el tiempo, me he tranquilizado. Después estaba con que me encantaba que me dijera que yo era lo max de lo max para él. Después vino la onda del encabronamiento porque veía que estaba echando las cosas a perder con su nueva chica, a la que decía que adoraba. Finalmente y luego de tanto pancho, hoy lo ví y terminaron de caerme muchos veintes:
Hay gente que se vuelve Imborrable en nuestra vida. Gente que nos ha marcado tanto y tan hondamente que se vuelve referencia forzada de todo lo que hacemos y vivimos. Hay veces que por más que luchemos por sacarnos a alguien del corazón, sólo logramos enterrarlo más hondo. Sé que no quiero estar con él ahora, pero también sé que eso podría cambiar de un momento a otro. Por lo pronto, somos amigos, nos hablamos con la verdad, nos jalamos las orejas cuando la estamos regando y nos queremos. Pero es un amor limpio, pues sabe que estoy con alguien y yo sé que él en este momento está con alguien aunque acabe de romper con ella. No siento necesidad de darle besos o de hacerle el amor. Me gusta hablar con él y podemos hablar de todo. Sé que eso cambiaría si volviéramos a estar juntos, así que como nunca hemos sido amigos, ahora lo estamos siendo y creo que eso nos da mucha más paz que cualquier otra cosa. Aprendí a aceptar que hay cosas que no puedo cambiar, como el hablar siempre de él y que esté aunque no esté físicamente, como el escuchar una canción e inmediatamente pensar en si le gustaría o no, preguntarme qué estará haciendo de su vida y si será feliz...
Sé que ahora no quiero cambiar que esté en mi vida, le guste a algunos o no.
Cuando estaba recién comenzada la bronca, yo me preguntaba para qué me buscaba y juraba que no quería volver con él y puro drama, ¿no? Pero conforme ha ido pasando el tiempo, me he tranquilizado. Después estaba con que me encantaba que me dijera que yo era lo max de lo max para él. Después vino la onda del encabronamiento porque veía que estaba echando las cosas a perder con su nueva chica, a la que decía que adoraba. Finalmente y luego de tanto pancho, hoy lo ví y terminaron de caerme muchos veintes:
Hay gente que se vuelve Imborrable en nuestra vida. Gente que nos ha marcado tanto y tan hondamente que se vuelve referencia forzada de todo lo que hacemos y vivimos. Hay veces que por más que luchemos por sacarnos a alguien del corazón, sólo logramos enterrarlo más hondo. Sé que no quiero estar con él ahora, pero también sé que eso podría cambiar de un momento a otro. Por lo pronto, somos amigos, nos hablamos con la verdad, nos jalamos las orejas cuando la estamos regando y nos queremos. Pero es un amor limpio, pues sabe que estoy con alguien y yo sé que él en este momento está con alguien aunque acabe de romper con ella. No siento necesidad de darle besos o de hacerle el amor. Me gusta hablar con él y podemos hablar de todo. Sé que eso cambiaría si volviéramos a estar juntos, así que como nunca hemos sido amigos, ahora lo estamos siendo y creo que eso nos da mucha más paz que cualquier otra cosa. Aprendí a aceptar que hay cosas que no puedo cambiar, como el hablar siempre de él y que esté aunque no esté físicamente, como el escuchar una canción e inmediatamente pensar en si le gustaría o no, preguntarme qué estará haciendo de su vida y si será feliz...
Sé que ahora no quiero cambiar que esté en mi vida, le guste a algunos o no.
1 comentario:
Bueno, ¡pues ya era hora!
Y aunque quisieras, no podrías cambiar que esté... lo demás no importa, como dices. Tendrá que aguantarse.
Abrazo.
Publicar un comentario