Lo dije ya una vez y lo repito: últimamente la gente en general me aburre. Y no creo que se deba a la onda que Jelipe me quiere enjaretar: o sea, "estás deprimida".
Me cuesta tanto creer que la gente esté tan... hueca. ¿De verdad no les preocupará cultivar un poquitito de cabeza? La superficialidad, ¿está de moda o cómo?
Empezando porque ahora sale una película de David Lynch y te encuentras cines retacados de pseudo intelectuales con disfraz que corren a comprar sus boletos como si fuera el pre-estreno de Harry Potter and The Order Of The Phoenix (y saben que nada tengo en contra del Potter, excepto el amor poco crítico que la gente siente por él y otras cosas) a su complejo más cercano. Ya se sabe, al Lynch no hay que entenderlo, sólo quererlo, pero nunca faltan los valientes que dicen que han descubierto el hilo negro en sus películas lo cual me hace siempre mucho ruido. También hay qué decir que Lynch no es el único director de culto, sino que se ha hecho el nombre que se ha hecho porque nadie entiende por completo sus películas (ni en sueños lo hará), pero como se ha puesto de moda, pues ya todos los que se creen inteligentes le tienen un altar al lado de su cama.
Me acordé un poco con esto de algo que leí en Vida en el Limbo: antes, sólo los apestados usábamos Converse, hoy incluso existen marcas de zapatos que se han encargado de copiar el estilo una y otra vez... y es cierto, ahora los Converse son básicos para la imagen pseudointelectualinteresante que la gente quiere dar.
Pero bueno, ¿todo esto por qué? Pues por que ayer fue el colmo de todos los males, cuando me encontré escuchando sin querer una situación de lo más horrible. Fui a una fiesta con Jelipe, y en una de las clásicas idas al baño, los borrachos gritones traspasaban la puerta con sus gritotes:
- "Ay, sí güey, la nalga aguada se ve horrible, ¡especialmente en las mujeres! Es que no mames, güey, ¿por qué no se cuidan? ¿Es de verdad tanto esfuerzo ir al gym? No creo, güey. Pero es que las viejas ya quieren creerse como que le dan más atención a su cabeza que a su cuerpo... que no mamen, ¿no? Un poco de los dos no estaría nada mal... pero en ése caso, ¿a quién le importa si la vieja es inteligente? Es lo de menos, ¿no crees?..."
Y en ése momento salí del baño sólo para encontrarme con una hermosa imagen: dos gorditos, feítos, bastante desagraciados, como orígenenes de las voces que hasta entonces había escuchado...
Zas... ¿y tú, qué autoridad tienes?
2 comentarios:
Yeah...nalgas wangas rule!!! Lynch me apoyaría. Es lo que deja una vida temeraria de perdición y adulterio mujer...ahí tu dices. Jajaja, besos
Aparte de borrachos, pendejos, mamones y fresas...y luego nadie me cree que el exterminio no es tan mala idea...hmm hmm
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