domingo, 30 de septiembre de 2007

¡Celos! (III)

Bueno, estoy aquí para saldar la deuda y dar explicaciones acerca del rollazo del blog anterior. Creo que la idea primordial quedó clara: la brujer de mi cuñado está completa y absolutamente celosa de mí. Sin razón alguna, que es lo peor de todo. Y en estos momentos, con tantas cosas que tengo que hacer y con tanto que traigo en la cabeza, lo menos que quiero es meterme en una comedia-trágico-musical de esas feas.


Recuerdo que al principio, cuando supe que Godzilla (mi cuñado) ya tenía vieja, me alegré por él. Pensé que le haría bien tener trabajo, novia y más cosas en la cabeza. Ya estaba yo en Francia, cuando el Godzilla me escribió contándome el drama que estaba viviendo:


1. La brujer era su alumna en la escuela y no querían que nadie se enterara, sobre todo los jefes.

2. La brujer estaba separada (que no divorciada) del papá de sus hijas, y el güey, cuando se dió cuenta que esta mona ya tenía a alguien más, comenzó a hacerla de jamón.

3. La brujer tiene dos hijas (una de 7 y la otra de 8 años).

4. La brujer ya no podía tener más hijos, pues se ligó las trompas cuando nació la segunda. Y Godzillita dudaba porque él sí quería tener chavitos (algún día).


Así que le recomendé que tuviera cuidado y que no se alocara, pero a menos de un mes después, ya estaba viviendo en casa de ella. Recuerdo que, estando tan lejos, sólo podía preguntarle al Jelipe cómo era ella. Y Jelipe, sin dudarlo, inmediatamente me contestaba "¡es una naca!". Varias veces le pedí que no se prejuiciara, que intentara tener un trato cordial con ella, pues finalmente era su cuñada y ni pex.


Hace unas semanas, por cuestiones de chamba, le pedí chance a Godzilla de quedarme en casa de ellos a dormir para no tener que ir hasta mi casa tan tarde, pues teníamos algunas cosas que hacer, al término de las cuales, nos fuimos con los de la chamba a echar unos tacos. Caminando de regreso a su casa, Godzilla me soltó la sopa. Me contó, como desde que yo estaba en Francia, su brujer se ponía hiper celosa cuando nos llegábamos a encontrar en el msn. Me contó que ahora le hacía cualquier cantidad de dramas sin razón porque se iba a trabajar y sabía que yo estaba ahí. Incluso Godzilla me pidió que no me llevara pesado con él frente a ella, como si yo me le colgara a Godzilla o lo agarrara a besos frente a ella. Esto último me pesó mucho, pues siempre he tenido una buena relación con Godzilla, platicamos de su hermano, de música, de chamba, bromeamos, nos damos consejos, fumamos del mismo cigarro, cosas de lo más normales entre cuates. Incluso, siento que con Godzilla siempre ha existido una complicidad chida, pues a veces no hacemos más que voltear a vernos y hacernos gestos para entendernos, pero no tanto así como para darle motivos a su brujer para estar celosa. Digamos que nos vemos como hermanitos, aunque el muerto insista (por varias cosas que le he contado que me ha dicho Godzilla) que le gusto. Además, a la relación entre Godzilla y yo hay que agregarle un plus: soy la vieja de su hermano. Y que me disculpe la brujer, pero ya con eso, se mata todo lo demás, pues aunque hubiera chispitas entre nosotros, la sangre es la sangre y punto (y si él no respetara su llamado, yo sí).

Sé que la brujer ha tenido un pasado medio oscuro en el sentido de las relaciones amorosas (el ex le puso el cuerno, razón por la que se separaron), pero no por eso tiene que pensar que así le irá en la feria siempre. Sé también que el hecho de no trabajar le alimenta las inseguridades y le da tiempo suficiente para hacerse ideas de lo que pueda estar haciendo Godzilla a sus espaldas, además de que la forma en que fue educada le hace pensar que una mujer como yo es de cuidado (chia, ni que fuera la octava maravilla del mundo).
¿Pero por qué digo que la forma en que fue educada la hace pensar que soy de cuidado? Pues porque es una mujer-parásito-lastre. Su educación le dicta que ella nació para parir, cuidar su casa, atender a su marido y extender la manita en días de quincena, la cual es una forma de vida con la que, por más cómoda que se vea, yo no comulgo ni tantito. Para ella no existe la palabra "superación", pues cada vez que se le menciona, su respuesta es "¿y para qué quiero superarme? No, yo así estoy bien..." por lo que una mujer autosuficiente es como el diablo para ella.
Pues por mi parte, no tendría de qué preocuparse. Yo estoy bien con el Jelipe, y a Godzilla no lo veo más que como carnalito, porque aparte de todo, es justo todo lo que no quiero en un hombre. Así que no entiendo por qué tanto drama de la brujer.

lunes, 24 de septiembre de 2007

¿Celos? (II)

Ya alguna vez había hablado de que mis relaciones con las mujeres no son exactamente idóneas, sobre todo porque siempre resultan en desmadre y medio. Generalmente, mi experiencia es que las mujeres no pueden soportar otras mujeres que no sean "lo que se espera de una mujer". Mi abuelo citaba mucho a Rosario Castellanos y a Sor Juana, con aquéllo de "Mujer que habla latín, no tiene marido ni buen fin" y siempre que me suceden cosas como la que ahora vivo, me acuerdo mucho de él.
A mi parecer, los celos son resultado de una inseguridad, a veces propia y otras provocada por nuestra pareja, con ciertas actitudes; aunque pienso que se divide en un 70% inseguridad propia y un 30% inseguridad provocada. Por lo que mi opinión de los celosos extremos es muy baja. Lo peor de todo es que, socialmente, está aceptado que todos seamos un poquito celosos, pues hay gente que de verdad cree que "te cela por que te quiere".
Según yo, todos somos un poco celosos, aunque hay niveles: los enfermos y los sanos. O sea, no es malo sentir pasos en la azotea si una nena o un güey llega y le embarra las nalgas y/o pechos a tu güey o nena e incluso medio poner jeta para ver si el otro o la otra es capaz de decir "oye, ¿no ves que tengo novia?". Pero la cosa se vuelve horrible cuando el celoso es una patada en la cola para el celado y quienes le rodean.
La cosa es que a lo que voy con todo esto es a que estoy viviendo una situación verdaderamente incómoda: la mujer de mi cuñado no me puede ver cerca de él.
Dicen todos los que nos conocen que incluso estando a medio mundo de distancia, la mujer me ha sentido como amenaza. Mi cuñado me lo ha dicho, Jelipe me lo ha dicho, hasta el suegro se ha dado cuenta, los cuates de la chamba también se dan cuenta (pues además, para los que no saben, mi cuñado y yo trabajamos juntos).
Entiendo que la situación de esta mujercita no es la más privilegiada: (creo que ni la secundaria tiene) no trabaja, ya estuvo casada y el marido la engañó, su educación es totalmente conservadora (es una de ésas que esperan que los "señores" estén chupando y echando madres en un lugar y del otro lado, las viejas bordando, encerradas), se siente menos que medio mundo, pero no se quiere superar... Sí, es una mujer cerrada que piensa que las mujeres sólo servimos para servir a los hombres y para exigirles que nos quieran y obviamente le molesta una mujer como yo, que a pesar de que sigo siendo una niña en muchos aspectos, en otros ya tengo un carácter bien formado que no se parece en nada a lo que ella es.
Para su desgracia, entre mi cuñado y yo, existe buena química desde siempre, incluso una complicidad, pues a veces no hacemos más que hacernos gestos para saber qué nos estamos comunicando. Pero no ve más allá y no comprende que yo no lo veo como hombre, sino como el carnal de mi novio. Tampoco entiende que una mujer pueda decidir por sí misma y decida cultivar su mente y su espíritu antes que preservar la especie.
Chale, ni que yo fuera la octava maravilla del mundo y todos los hombre se enamorarán de mí nomás al verme... y aunque lo fuera, qué poca seguridad en sí misma tiene que no es capaz de creerse lo que es.
Lo que yo me pregunto es... ¿por qué, encima de todo lo que tengo que y quiero hacer, debo entrar a una telenovela del Canal de las Estrellas y ser el objeto de los celos de una mona que se encuentra a disgusto con su vida y no hace nada por remediarlo?
No se pierda los próximos capítulos por este su blog.

domingo, 16 de septiembre de 2007

De egoísmos y otras cosas

But now that you've made way
A better tide to get at these roads
Again
And so the time's right back to you
And all the chances that I blew.
Kashmir, Rocket Brothers
Desde que tengo uso de memoria, la gente me ha dicho que soy egoísta. Y sí, tal vez sí lo soy, pero creo que vivimos en una época en que si nosotros mismos no nos encargamos de nosotros, nadie más lo hará. A veces la gente es tan desconsiderada que se la pasa echando culpas a la gente que les rodea quienes terminan por creerse que los egoístas son ellos. Y luego se la pasan diciendo "lo único que quiero es tantita comprensión", pero cuando se trata de otorgarla, todo mundo se avienta la bolita.
Bueno, el punto es que una y mil veces, la gente me ha acusado de egoísta y no me importa aceptar que sí lo soy, pero más que nada porque creo que si no cuido mis propios intereses, nadie más lo hará. En ese sentido, yo quisiera que la gente fuera un poquito más consciente de sí misma y de los demás.
Creo que hay quienes no se conocen bien a sí mismos y que por eso se meten en camisas de once varas cuando se ponen a criticar a los demás. Habemos quienes, por mensos tal vez, hemos vivido estigmatizados toda la vida con 20 mil etiquetas idiotas que quienes nos rodean nos cuelgan arbitrariamente. Y entonces lo que provocan es que nuestra confianza en nosotros mismos se vea mermada y comencemos a preguntarnos si no estaremos mal en algún punto.
Sí, es verdad que todos los problemas en una relación interpersonal son culpa de las personas involucradas en su total, no de una sola, aunque a veces el problema principal radica en que uno habla de más y el otro habla de menos (o unos y otros, porque las relaciones no siempre son de dos), con lo cual se complica un poco el trabajo.
Creo que no soy la única persona que quisiera que todo el mundo pudiera ver el interior de mi cabeza (aunque ciertas zonas tendrían password) para no tener qué hablar y hablar, pues no sé si a alguien le pase igual, pero a veces estamos "blah blah blah blah" un buen rato, para al final darnos cuenta de que no hay orejas que escuchen. Es cansado tratar una y otra vez un mismo problema, proponer soluciones y al final darse cuenta de que las cosas están igual o peor. Lo malo es que cuando eso sucede, uno se transforma en rollero, panchero, berrinchudo, enojón, malhumorado y problemático, mientras el otro cuate se queda callado y no saca las cosas que le molestan sino hasta que se dicen las cosas que molestan de él. De ahí que entonces el pancho que en un principio era una cosa tan sencilla, de pronto de transforme en una tormenta en un vaso de agua. Sólo que de vez en cuando, el vaso es tan pero tan grande, que no se le ven los bordes, ni se alcanza a ver una rayita de azul que nos indique que la tormenta está a punto de disiparse.
¿Y por qué todo este rollo ahora? Bueno, la cosa es que la mala del cuento soy yo, por decir las cosas que me molestan en el momento en que me molestan y proponer soluciones que luego me hacen quedar como que quiero que las cosas se hagan a mi modo, mientras el Jelipe se queda calladote y empieza el "es que tú haces, es que tú dices, es que tú me haces sentir..." cuando yo saco alguna cuestión que me molesta, logrando únicamente hacer el pedo más y más grande.
Pero bueno, esta vez no seré la berrinchuda, la rollera, la panchera ni la bruja del cuento. Me sentaré a esperar que se me pase el coraje y entonces, si me da la gana, haré algo al respecto. Mientras tanto, léanse esto para que vean la manera que tiene Jelipe de hacerme "ver" que está enojado...
Y no se trata de ver quién diablos tiene la razón, sino sólo de igualdad, lo que quiere decir que si yo me devano los sesos para decirle de una manera decente lo que me molesta, lo menos que podría esperar a cambio sería lo mismo (o sea que se devanara los sesos para la misma cuestión) y que me escuchara.

martes, 4 de septiembre de 2007

Diciendo adiós

Touch my hand
It's only me, listen
I'm here.
Come to stand
In sultry fields
With you.
And now
Old dummy day
I know
Is over this way.
I'm laughing
Saw you gonna kiss me
You see
Yeah as I said.
One day she won't
A lonely bird
Alone.
Judgement day
Saw the world it's gone
Unheard.
Sold the sea
A lot how it feels to me.
I hate the word it's sad to see
I take your weight
And your heart fades away
Today a renegade
To lay in woods
By the pheasants.
I mean it
You don't
Force on my head
Kill our nightmare.
A lonely bird,
a lonely bird
A lonely bird,
a lonely bird
A lonely bird,
alone.
Colour me
Cover me in the colour that reminds you
Solemnly.
Could make the same mistake
And you would never know
That I am, that I am
Alone, now.
Something, something
Tells me that you
Have something
On, all of us now
You're heaven
Taking over me now
Colour me hate
Raw little nerve
Colour me and pull us
Only home
Me home.
Hold the sun down
Hold the sun down
Hold the moon down
Leave me to rest
Want the world man
Too the words out
Only relief is
To slip through the nets
Hold a minute
And stop a minute
And go, oh oh
Hold a minute
You said to me
Said to me and
Breath, breath,
breath, breath,
breath ...
You said it to me
Sometime later.
Sometime Later, Alpha
Las cosas con Jelipe van mejorando, creo que al fin voy reencontrando ese amor que le tengo. Y estamos bien, estamos trabajando y estamos creciendo juntos y por separado. Por eso de pronto siento la necesidad de desprenderme de ciertas cosas que me hacen daño.
Las cosas con el muerto no están bien, sobre todo porque a veces yo misma lo veo como un peligro. A veces creo que si me extiende los brazos, yo correré a refugiarme en ellos como una niña. Y de pronto me veo pensando en qué pasaría si regresara con él. Sé que no es nada de eso lo que quiero, sé que no puedo estar con él de nuevo porque me destruiría una vez más porque me quita energía, porque me desgasta, porque me siento atada, porque no puedo ser.
Yahui y sus ondas horoscópicas me dijeron un día que como él es piscis y yo leo, nos complementamos, pero tendremos siempre una relación amor-odio. ¿Yo para qué diablos quiero una relación donde un día lo voy a amar con todo mi corazón y otro lo voy a odiar con toda mi alma?
Ayer tuve un episodio muy lacrimógeno con él por messenger:
Le dije "quiero que tú y yo hagamos un viaje a un lugar que no conozcamos, aquí en México. Solos tú y yo".
Me respondió "cualquier lugar contigo es desconocido".
"Quiero un lugar selvático" le dije.
"Me contaron de una isla por Chiapas donde llegan los tiburones blancos" me respondió. "Chiapas sería magnífico" le dije.
"Algún día..." me respondió.
"No, no es algún día, es a fines de Noviembre", le dije "ésa será mi despedida de tí".
Se quedó mudo por un momento.
"Me estoy despidiendo de todo el mundo, Chloè, tal vez mañana me levante y me vaya, no sé si pueda darte un viaje..." me dijo.
"Muerto, te amo... quiero que vueles, yo lo hice y por todo el amor que te tengo, quiero que ahora lo hagas tú, si te vas sin despedirte de mí como yo quiero que lo hagamos, no funcionará, jamás te irás y quiero dejarte ir" le expliqué.
"No puedes decirme adiós..."
"No, muerto, no puedo, pero lo intentaré".
"¿Para qué? ¿Qué ganas?"
"Mi tranquilidad. Gano algo que siempre he querido: decirte adiós para que siempre seas sólo mío."
"¿Cómo así?"
"Sí, porque sé que nunca te irás de mí, pero seré feliz encontrándote dentro mío. Quiero encontrar esa espiritualidad de tenerte dentro mío sin tenerte"
"Nunca nadie ha podido deshacerse de mí"
"Muerto, yo no quiero deshacerme de tí, quiero estar tranquila contigo, quiero tener paz. No te quiero como mi novio o mi esposo, tampoco como mi amigo."
"Pero no me dirás adiós; soy un círculo y al mismo tiempo, una línea sin fín"
"Muerto, todo círculo es de cierta forma una línea sin fin. Sé que no puedo decirte adiós. Sé que no puedo deshacerme de tí, sólo quiero reconciliarme con ésa idea sin querer estar contigo, pues a veces siento que me aferro demasiado a tí..."
"Lo que sucede es que quieres darle ya el cetro a otro güey, ¿no es cierto? No quiero pecar de vanidoso, pero parte de tu estorbo con los demás güeyes soy yo"
"Es verdad, muerto, lo eres. Y sí, quiero darle el cetro y la corona a otro güey, porque lo siento justo"
"Entonces conviértete en mi amiga en verdad"
"Lo estoy intentando, me está costando demasiado, pero lo estoy intentando y quiero serlo. Y decirte adiós, será el momento en que realmente me convierta en tu amiga."
"No, sólo será un hola, como lo que somos, vivir con lo que somos y lo que tenemos de la vida, las cosas del mundo y los demás."
"Éso quiero."
"Ya lo tienes en la punta de la lengua. Si un día me hago famoso, cantaré un jazz, sólo para tí. Buenas noches."
Y se desconectó.
Creo que le pegó con tubo lo que le dije. Creo que soy la primera persona que intenta decirle adiós, pues él debe ser siempre quien se despida. Lo tomó por sorpresa.
Hoy me dijo que Bright Eyes viene a México, y luego "me dirás adiós y si quieres me borro de tu vida... pero después de que me enseñes a hablar inglés" sabiendo que el es el peor alumno que he tenido en la vida. Luego me dijo que me dará mi viaje, como lo quiero, pero lo que no sabe es que no quiero que se borre (ni borrarlo) de mi vida, sólo quiero paz con el pensamiento de tenerlo cerca.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Levantando ámpula

Bueno niños, ¿ahora resulta que trato mal al Jelipe? No, queridines. A veces creo que es necesario un jalón de orejas bien firme y fuerte para obtener ciertas cosas que de otra manera se darían por sentadas.

Muchos se han de preguntar por qué sigo con el Jelipe si hay tantas cosas con las que no estoy de acuerdo de él. Es un poco complicado de explicar, sobre todo porque a lo mejor muchas de mis razones ni siquiera son tan válidas. Pero lo intentaré, no para justificarme, sino para que vean que no va por pura necedad mía todo eso de los berrinches. Pero para eso debo tal vez regresar al inicio de la historia, así que siéntense bien derechitos, póngase sus lentecitos, prendan un cigarrito y pongan una jarrita de café a calentar porque Chloè va agarrando vuelo (ni pedo, güeyes, ahora se aguantan por andar simpatizando con el Jelipín)


Mon Coeur, Mon Amour


Luego del desmadre que fue lo del muerto, pensaba que jamás de los jamases iba a parecer alguien que me moviera el tapete así de grueso, que me trajera verdaderamente de nalgas y a quien yo trajera igual y todo ese desajuste emocional que se vive luego de una relación como la que yo viví con el muerto ("si él no me quiere, nunca nadie me va a querer"). Muchos saben que esa segunda vez, yo juraba que terminaba casada. Sin embargo, al muertito le dio frío y ni paper, a recomenzar.

Unos meses después de todo el drama de la separación, el Jelipín empezó a figurar en el panorama. No era una relación así como muy cercana ni nadie le tiraba el can a nadie. Platicábamos de lo que nos gustaba (que ni de chiste era parecido) y nos dejábamos mensajines en el myspace. Luego comenzamos a platicar por el msn y todo bien tranquis. Más por compromiso que por otras razones, de repente nos decíamos que sería chido conocernos, pero como que nunca lo tomamos en serio. Creo que lo que buscábamos era tener un amigo y una amiga con quien de pronto compartir un gansito, un cigarro y chisme en plena banqueta. Incluso llegué a darle mi teléfono, pero nunca pudimos coincidir.

Esa etapa del teléfono fue cagada. Yo le había dado mi celular porque nunca me ha gustado que mis papás me pregunten "¿quién era?" cada vez que alguien me llama, de donde sea. Odio dar explicaciones. Así, para los dos era más fácil, pues él podía llamarme de su chamba.

Unas semanas antes de conocernos, mi nana, que además había sido nana de mi mamá y sus hermanas, murió, así que fuimos a velorio, rosarios, misas... En una de esas, estaba en una de las misas, llorando a moco tendido, acordándome de los momentos bonitos que pasé con mi nana cuando el celular comenzó a vibrar dentro de mi chamarra. Me sequé las lágrimas y me sorbí los mocos, carraspée para liberar mi garganta y salí para contestar. Del otro lado, una voz me dijo "Perdón, señorita, ¿ahí venden tortas?" No sabía si pendejear al güey o soltarme llorando, ni siquiera sabía qué contestar. Me decidí por el enojo. "Está equivocado", dije. Y entonces él se sacó de onda y me dijo "¿sabes quién habla?" "No", le dije. "Soy Jelipe..." Me dijo un poco como excusa. "Lo siento, me agarras en un mal momento..." le expliqué dónde estaba. Creo que se le caía la cara de vergüenza, se disculpó y dijo que me llamaría otro día. Y lo hizo, pero siempre las circunstancias eran igual de oportunas.

Un buen día, por messenger, decidimos que sería chido conocernos. Así que quedamos dos días después en Coapa (¿por qué diablos estará Coapa en mi Karma?). Llegué hora y media tarde, nunca me pude explicar el por qué, pero por fortuna, él seguía esperándome. Tal vez porque me las olía de lo que sucedería unos minutos después. Yo recuerdo haberlo visto y que mi mente se quedó en blanco, me pareció guapísimo. Pero mis estúpidos prejuicios me hicieron pensar que tal vez no tendría ni un gramo de inteligencia.

Cuando me dí cuenta, habíamos pasado seis horas en un café hablando y hablando.

Quince días después, nos dimos nuestro primer beso y lo que luego pasó fue que nos dejamos llevar. Pasé con él 8 meses increíbles, donde aunque sabía que me iría, mi idea era darle lo mejor de mí y dejar que él me quisiera. Sonaba gandalla dejar que se enamorara perdidamente, sobre todo cuando sabíamos que me iría, pero él quiso y yo quise. Y bajo advertencia no hay engaño.
Mi idea también era por fin sacarme al muerto de la cabeza, aunque sabía que eso no sería tan fácil, pero Jelipe me ofrecía la oportunidad de resarcir mis errores y descubrir en dónde estaba fallando.
I've found my soldier girl, she's so far away
Las cosas empezaron a fallar exactamente el día que le dije que no lo extrañaba. Ya estaba en Francia y un buen día lo llamé y me dijo "cuando te fuiste, me pasé tres días llorando". En ese momento no entendí por qué se había deprimido tanto si seguíamos juntos, si los dos estábamos vivos, aunque no físicamente juntos, y nos seguíamos queriendo. Yo quería que él estuviera contento por mí, porque estaba logrando uno de los sueños de mi vida, aunque entendía que era difícil para él estar en un lugar donde todo lo recordaba a mí. No quise cargar con el dolor de pensar que si algo malo le sucedía, sería mi culpa. Cuando le dije que no lo extrañaba, pensaba en alivianarle el sentimiento de que todo estaba mal, quería que se diera cuenta de que a pesar de todo, no tenía que sufrir porque yo me sintiera mal. Sin embargo, él lo tomó por otro lado y empezaron las broncas.
El resto de la historia ya se la saben: está llena de celos, mentiras, peleas... pero tengo bien claro por qué sigo y quiero seguir. Estando sola, aprendí que no puedo ir por la vida abandonando gente sólo porque no me convence alguna cosa en particular de ellos. No puedo seguir huyendo sin dar pelea y sin decir ni "agua va". Esta vez quiero enfrentar los problemas y aprender a resolverlos, que fue lo que no hice con el muerto. Él siempre sacaba los problemas y proponía soluciones, mientras yo me sentaba a llorar pensando que la que estaba mal era yo, porque en realidad, en esa relación, yo era Jelipe y no sabía pedir lo que necesitaba.
No quiero ser la mala de la historia y aparecer en los libros como la rompecorazones por excelencia, quiero ser una chica valiente que se enfrenta a los problemas y los resuelve, cueste lo que cueste. Quiero que Jelipe y yo crezcamos y trabajemos juntos porque nos queremos... además, ¿no dicen: el que quiera azul celeste que le cueste? Yo quiero azul celeste.