miércoles, 21 de febrero de 2007
Estoy preocupada
Aujourd'hui
domingo, 18 de febrero de 2007
Indiscreciones
Después de aquél primer encuentro en que me llevó a su casa, creo que fue esa misma semana que volvimos a vernos. Lo cagado de todo fue que cada vez me preguntaba si quería volver a verlo, y como en aquél entonces no tenía mucho más que hacer, decía que sí. Entonces, ésa segunda vez que nos vimos, pues directo: “ven a mi casa” nada de “vamos a vernos en tal lugar”. Yo ya me había dado cuenta de hacia donde iba el asunto y no voy a decir que no me gustó la idea. Antes de partir, Jelipe me había dicho: “si pasa algo con alguien más, no quiero saber...” Lo que era como un permiso... ¿o no?
Total que esa segunda vez, comenzamos casi de inmediato con los besitos, el cachondeo, quitarnos la pena... L’autre me tocaba sin tocarme. Aún no se atrevía a meter mano por debajo de la ropa, pero cuando lo hacía por encima y llegaba al punto indicado... se detenía un momento y... como que se daba la vuelta hacia el otro lado. En algún momento se detuvo algunos segundos y me miró. “Est-ce que je peux faire une question?” Ya vamos a empezar... “Est-ce que tu veux qu’on fasse l’amour?” Se puso color tomate. El problema fue que me lo dijo tan rápido que no entendí ni madres. Le pedí que repitiera (¿pues qué? En ese momento, mi francés era de ¡la chingada! Lo peor de todo es que lo sigue siendo..). Repitió más despacio “Est-ce que tu veux qu’on fasse l’amour?”. Pues ni modo que dijera que no, ¿verdad? Ante una proposición tan directa y tan... prometedora. Entonces, cerró las cortinas, apagó la luz (no sé qué obsesión tienen los franceses con la luz, pero la mayoría, o al menos según el sondeo que he hecho, prefieren la luz apagada), comenzó a desvertirse, me pidió que me desvistiera, comenzamos con los besos súper cachondos, el toqueteo... y el problema de siempre: ¿Guibert, dónde vas a poner las manos? Es la verdad, nunca sé qué hacer con las manos. Al final quedaban sólo de por medio los chones y cuando yo pensé que ya, se detuvo y dijo: “Desolé” y se acostó a mi lado. What?! That’s it?! Después entendí: No paraguas. ¿Pues qué iba a decir en ese caso? “C’est pas grave”. Nos quedamos abrazados y me besó la frente varias veces. “T’es très gentil avec moi...” fue lo que me respondió. Lo intentamos una vez más, pero obtuvimos el mismo resultado. Así que nada pasó. Nos vestimos y me fui. Pensé que el problema era que él en realidad no quería hacerlo o tal vez, estaba demasiado nervioso. Unos días después, me volvió a enviar un mensaje: “viens demain a 16h” Y fui. Volvió a pasar lo mismo. No pudo. Otra vez, “C’est pas grave”, “t’es gentil”... Yo comenzaba a preguntarme si no debería olvidarme del asunto y buscar otro, al fin éste no me estaba sirviendo para lo que yo quería. Pero me dije “Guibert, si bien esto es sólo para ti una historia de sexo, tampoco se trata de desechar a la gente por que no te sirve, dale chance, está nervioso y encima de todo, está chavo...”. La tercera vez que pasó lo mismo, yo estaba por preguntarle si estaba seguro de querer hacerlo o si no sería que tal vez no estaba totalmente seguro, que tal vez debíamos esperar un rato, cuando él me contó que al principio siempre le pasaba esto, que no sabía si eran los nervios o qué, pero que al principio le pasaba esto. Pensé: “bueno, sólo lo hemos intentado tres veces, chance en una de ésas sí se puede” pero ya me estaba aburriendo. Finalmente, un buen día, pudo y entonces fue una catarsis para los dos. Luego me dio un masaje en la espalda, el cual no estuvo nada mal, porque regresé a mi casa súper relajada y tranquila, pero ahora me pregunto si no habrá sido que ésas veces en que no pudo, era como un aviso de que aún podía echarme para atrás.
Por cierto, a mitad de la historia, el Jelipe cambió de opinión y dijo que siempre sí quería saber... pero yo no pienso decir nada... ¿para qué me dice algo si a la mera hora se va a arrepentir?
Le fou
frágil, temperamental
que en vez de rezar por mí,
se fue a bailar
Se fue a la disco de un lugar.
Quiso en mi disfraz vivir como un mortal,
como no logró matarme,
me regaló una visión particular.
Babasónicos, El Loco
Le Fou trabaja conmigo en el liceo. No sé exactamente cuántos años tiene, pero sé que es joven, así que pongamos que tiene unos 30 años. Es profe de inglés y además, fue asistente en Irlanda hace no sé cuánto tiempo, por lo que tiene un fuerte acento. La opinión de la gente en cuanto a Le Fou está muy dividida: hay quienes no lo soportan, hay quienes lo adoran. A mí me cae re-bien le Fou y hasta me parece interesante, pero todo porque tiene gustos musicales nada despreciables, por lo que puedo hablar con él tranquilamente de música. Además es guitarrista y vocal en su propia banda (www.myspace.com/39th&norton) y pues ya es sabido que eso para mí es como el ideal, sin importar si está guapo o feo. Pero bueno, no es que me guste así como que mucho, porque de gustarme, pues igual ya hubiera hecho algo, aunque quien sabe porque tiene chica y yo con los ocupados no me meto a menos que no me entere (jijijijijijijijijijiji). El punto es que lo que me lleva a escribir hoy sobre él es que a veces hace cosas que me sacan de onda. Chiappa Destra dice que probablemente él también me encuentre interesante, sobre todo porque conmigo es con quien platica más chido, pues no se puede contar a Kaka, quien probablemente cuando la gente habla, sólo entiende unas cuantas palabras aisladas. Chiappa Destra dice que a ella ni la cuenta porque de música sabe lo que yo sé de veterinaria... así que tal vez por ello, le fou es más chido conmigo.
De repente le da por decir cosas muy raras, como esta semana, el jueves, cuando le dijo a Kaka: “entonces encontraste las llaves al fin...” y cuando Kaka dijo que no sabía de qué llaves estaba hablando, le fou explicó “me dijeron que ayer llamaste para decir que estabas encerrada en tu habitación y que no podías salir porque no encontrabas las llaves y que por eso no estaba aquí ayer en la mañana...”. Y Kaka entonces, tuvo que explicar que a) las habitaciones se pueden abrir desde adentro porque sólo hay una perillita para cerrar o abrir, que b) jamás podría quedarse encerrada porque nunca pierde sus llaves (ah, la seguridad inglesa) y que c) ella no trabaja los miércoles (¿no hubiera sido más fácil sólo decir “ah sí, pero por fortuna no trabajo los miércoles”?). Conmigo, le fou es también un poco loco a veces. Recuerdo que alguna vez me preguntó qué quería hacer cuando regresara a mi país y le dije que o sabía, porque parecía que estaba perdiendo el inglés de tanto escuchar hablar francés todo el tiempo y él dijo “mais tu peux devenir prof de français!” Y yo dije que no estaba segura, porque mi francés era terrible, entonces le fou me tomó de la mano y me dijo “mais ton français est super! C’est pas seulement que je vais être gentil avec toi...” pero lo que me sacó de onda fue la tomada de mano. Perobueno, no pelé mucho. Otro día, hablábamos sobre Henry Rollins, el mítico personaje de la Rollins Band y de otras bandas, junto con Kaka y ella sólo decía “mh, mh, ah oui” y nos veía a ambos con ojos de plato, como si estuviéramos hablando en un idioma distinto.... pero bueno, me contó una entrevista que escuchó una vez de Henry Rollins donde contaba que una vez, en un concierto, comenzó a darle chido al head banging y que sin querer, se auto-noqueó con su rodilla. Estando tirado en el piso, cuando despertó, se dio cuenta que había gente conocida que lo rodeaba y que conforme fue despertando, se dio cuenta que tenía un dolor de cabeza horrible y entonces fue atando cabos “someone beat the crap out of me... or probably still is” que luego pensó que había sido alguien del público y ya se andaba poniendo violento pensando que alguien lo había golpeado. El caso es que le fou, me dijo que luego me pasaba esas entrevistas. Un día me pidió mi correo y se lo dí, pero esperé varios días y nunca recibí nada. Otro día me dijo “¿traes tu disco usb contigo? Traigo las cosas de Rollins que te prometí” y cuando enchufó su disco... vacío. “Ay, yo estoy seguro que las puse dentro de la llave, es más estaba pensando en ti y dije ‘mejor las meto antes de que lo olvide’... no sé entonces qué pasó con ellas” Y la última: Luego de que se me quedó viendo unos cuantos segundos, “Ah, ya decía que yo conocía a esa chica de pelo negro y alta... ¿Traes tu disco usb? ¿Tienes tiempo? Nos vemos en la salle des ordinateurs cuando acabes de comer”. Fui a buscarlo cuando terminé. No estaba en la salle des ordinateurs. Tampoco en la salle des profs. ¿Se habría esfumado? Yo creo que la prohibición de fumar dentro de los edificios públicos comienza a cobrar sus primeras víctimas mortales...
La folie de Saint Valentin
With some help of Johnny Walker Red
Elliott Smith, Miss Misery
Estando aquí, ni siquiera reparé en que era 14 de febrero. La frialdad de los franceses del norte se pega. Pero es que estando aquí, no es como estar allá, donde la gente se vuelve medio loca en un 14 de febrero. Acá no hay los novios bien vestidos, bien perfumados, bien peinados, con las flores en la mano, los globos, los peluches, o los chocolates que van a buscar a la novia que el día de hoy anda vestida muy elegante, perfumada también y luego se van a comer o a cenar. Toda la semana anterior me estuve haciendo el recordatorio de enviarle de menos un mensajito a la Yahuitl, pues esta fecha es algo significativa para nosotros. No por el romanticismo, sino porque hace unos años pasamos juntas el peor 14 de febrero de nuestras vidas. Bueno, no sé si el peor, pero ahora que lo pienso, ¡fue chido! La Yahuitl y yo siempre hemos sido como que las anti-romance, anti-cursilerías, anti-miel, anti-ridiculeces... pero al final terminamos siendo lo más promedio que se podría ser... Sí, igual nos mandamos cartitas, tarjetitas, mensajitos de “te quiero”, “nunca cambies”, “eres mi mejor amiga”, “vales mil” y lo mejor de todo: la excusa es “eres la única a la que se lo puedo decir”. Bueno, claro, aparte de los respectivos (cuando los hay). En estas fechas no puedo evitar recordar los últimos no sé cuántos 14’s de febrero que he tenido, pero el top three de los que más recuerdo es:
3) Aquél 14 de febrero donde terminé toda pacheca y ebria con media botella de Charanda (juro que no sabía que se combinaba), regalo por supuesto de la Yahuitl, observando las arrugas de mis manos por ¡horas! Luego de que el muerto me había prometido pasar todo el día juntos, echando pasión y al final llegó... ¡con su sobrina de chaperona! Y lo mejor de todo: ¿quién pagó los helados para los tres? Puedo asegurar que no fueron ni la sobrina ni el muerto...
2) El año pasado, cuando sólo tenía dos semanas de haber empezado a salir con el Jelipe. Él acababa de dejar su trabajo por estar harto de él. Estaba en proceso de buscar otra chamba y lo llamaron para varias entrevistas, cuando de pronto, en una de ellas, le pedían que fuera a un examen médico, sólo para que luego de él firmara el contrato. Lo que pasó fue que no recibió un contrato, sino el susto de su vida cuando el doctor le dijo que algo tenía en el corazón y le pidió que se fuera a hacer un electrocardiograma sólo para estar seguros de que no era grave. Como era obvio que no tenía ni para el electro, yo le presté una lana, que le fui a dejar el 14 de febrero en la mañana. Luego él se acordó que era 14 de febrero y me dijo que igual debíamos hacer algo. A mí me dio risa y le dije “no, no, yo no festejo ésas cosas...” y al ver su carita de decepción, me arrepentí de haber sido tan sincera “yo tampoco, pero...”. ¡Chin! La cagué... luego le propuse que después hiciéramos el día sólo de Jelipe y Chloé, para reparar el daño causado. Lo mejor de todo vino cuando nos despedíamos y yo lo acompañé a tomar su péiser y él como que no quería ir solo al electro... tiempo después me dijo que estaba aterrado, que pensó que se iba a morir. Cuando nos despedimos, le dije “¿quieres que vaya contigo?” y me dijo “no, esto lo tengo qué hacer solo...” y casi se le salen las lágrimas... Creo que fue ahí donde me dije “Guibert, creo que estás enamorada”.
1) Año 2001. Chloé y Yahuitl en el cuarto de azotea del edificio donde vivía Chloé, porque ahí estaba la compu y los respectivos... lejos. JJ y el Squall (del que después de que vino sólo para conocerme, supe unas cuántas veces y luego... desapareció). Squall me había mandado una tarjeta súper cagada... por internet. Yahuitl y yo llorábamos por los rincones, sobre todo cuando veíamos por la calle la locura de San Valentín a todo lo que da, y luego volteábamos a nuestros lados y... ni una mosca. Nos preguntábamos por qué. Luego, lo que decidimos hacer fue... ir a comprar discos. Fue entonces cuando Cuts You Up se convirtió en nuestra canción, nuestro himno. Creo que a la fecha, las dos escuchamos esa rola y lloramos o nos emocionamos o las dos cosas.
Si este año ni siquiera me di cuenta que era 14 de febrero, fue en parte por culpa del Jelipe. Con eso de que llega la semana próxima, ando como loca haciendo las reservaciones de los hoteles y viendo lo del viaje. Y todo porque el tal por cuál no entiende un carajo del movimiento turístico acá... y por cierto, sólo me quedan 20€ en la bolsa, para el resto del mes... ¡Feliz 14 de febrero!
¡Eso era lo que había qué contestar!
Chiappa Destra
Chiappa Destra a veces también es princesita. Es decir, quiere que todo el mundo haga lo que ella quiere que hagan, en el momento en que ella quiere que lo hagan (en eso sí está equivocada, porque la verdadera princesita en este cuento, ¡soy yo!). Como por ejemplo, cuando le digo que si bajamos a fumar, me dé 5 minutos para ponerme los tennis o coger el abrigo... hay veces que es tan desesperada que me dice “te espero abajo”. O como ayer, que estuvo con jeta toda la santa tarde porque quería salir en la noche pero nadie quería hacer nada y encima, no tenía dinero... Lo peor de todo es que siempre pone cara de “¡Haz algo! ¿no ves que estoy aburrida?” como si pensara que el resto de la gente, somos sus bufones. También cree que la gente sabe leer el pensamiento, pues a veces, cuando subimos al autobús o al metro, te da su boleto para que se lo valides, pero no dice “por favor” ni nada... hasta un día en que me le quedé viendo a su boleto y le dije “ah, sí, está bonito, ten” (¡juro que no lo hice a propósito!) o te señala las cosas que quiere que le pases, pero no te dice “dámela” o “pásamela” (y ni se hable de decir “por favor”). Luego se queja mucho de la ciudad donde vive, pues dice que es muy pequeña y que nunca hay nada qué hacer. Dice que ella preferiría vivir en una ciudad grande, como la mía (pobrecita, ¡no sabe lo que dice!), pero creo que lo que en realidad ni ella ni ninguna de las otras entiende es que a veces el tamaño del lugar donde vivas no importa, sino lo que hagas con lo que tienes a la mano. Y le he explicado una y mil veces que yo que vivo en una de las ciudades más grandes del mundo, no siempre hago cosas divertidas, según su concepción de diversión, como ir al teatro, salir a algún antro, ir a un concierto, salir a bailar... sino que a veces haces las cosas más simples del mundo e igual te diviertes, como irte a tomar un café con alguien o armar una fiesta improvisada en tu casa... o de plano caer en la fiesta del amigo del tío del hermano de la amiga del amigo del primo de la hermana del amigo de tu amigo. Pero es que claro, ella al igual que muchas otras personas, tienen como idea de diversión sólo lo que a ellos les gusta hacer. Cuando pienso en esta cuestión de la gente que sólo se divierte de una manera, me pregunto si será tan difícil encontrar diversión en todos lados, como yo... O como Yahuitl, que aunque siempre pide música bailable (¿de dónde diablos sacaste eso de metal bailable? ¡Definitivamente no lo aprendiste de mí!) y no siempre la hay, igual se divierte... caray, cuánta falta me hace esa mona acá.
Pero bueno, siguiendo con Chiappa Destra, a veces pienso que es un poco idiota, pues a veces hay que repetirle varias veces las cosas para que las aprenda o incluso, te pregunta cosas como “¿mañana trabajas?” cuando le acabas de decir que mañana entras a las 10... lo peor de todo lo que le ha sucedido por distraída, fue meterse en una relación sin ningún futuro con un mono que conoció muy al principio. El fulano es un ayudante de laboratorio que trabaja en el liceo, pero creo que piensa que es un trabajo un poco indigno, pues cuando se presentó con ella, dio a entender que era prof de física. Unos fines de semana después, le llamó para invitarle un café y Chiappa Destra no supo decir que no, aunque según ella el mono era feo (para mí que sí le gustaba, pero como todo mundo le dijo que estaba feo, mintió). Chiappa Destra comenzó mal, porque desde el principio se escondía: no le dijo a nadie que saldría con él, sólo a mí, pero la onda en eso entonces es que ella aún andaba con el novio italiano y decía que no todo el mundo podría comprenderlo. Ese mismo día, se enteró que la bête, como ahora lo llama, ¡tenía 38 años y 2 hijos! Pero en veces consecutivas, nunca supo decir que no cuando él la llamaba para tomar café, a pesar de que sabía que se metería en un bordel. Su relación con él no fue nada bonita: alguna vez tuvo que correr a la farmacia sola, para buscar la píldora del día siguiente porque se dio cuenta que aquél no había usado condón, él la buscaba cuando quería y se burlaba abiertamente de ella, como cuando ella le dio una carta que le había escrito cuando estaba sola en París, una carta donde ponía todos sus sentimientos y al final él sólo dijo “Amusant”, durante el tiempo que duró esa historia, ella estuvo con un permanente sentimiento de insatisfacción, pero se quedó ahí porque lo que ella buscaba era tener un “coup de foudre”, alguien a quien pudiera amar hasta la locura, pero no se daba cuenta que él no era el indicado. Tuvieron qué pasar varias cosas para que ella finalmente se diera cuenta de que no era él, como enterarse de que aparte de ella, era sabido por todo el mundo, que él se acostaba con la mitad del liceo, como no hablarle claro y decirle que para él, esto sólo era una historia de sexo, como que él le dijera que a pesar de estar separado de su mujer, seguía acostándose con ella, sólo porque ella “tenía necesidad de cariño”... y lo peor de todo es que Chiappa Destra siguió ahí aún a pesar de saber todo esto. Tuvo que enfermarse para darse cuenta de que no estaba bien dejarse llevar por un amor que comenzaba a sentir, por una persona que a todas luces no le correspondía: después de Navidad, cuando se enteró de que era sabido por todos que él se acostaba ya con la mitad del liceo, tuvo una gastroenteritis nerviosa. Fue entonces cuando decidió que no más, pero aún ahora tiene la esperanza de que puedan ser amigos... pues el 14 de febrero, sólo porque se sentía sola y triste, decidió irse a tomar un café con él. Tuve qué regañarla, preguntarle si era idiota, ingenua o qué para pensar que una persona como él, que no se preocupa más que por sí mismo, podía ser su amigo... ella decía “¿pero qué puede pasar?”, un “vamos a mi casa”... eso es lo que podía pasar... Ella tiene una inmensa necesidad de sentirse amada, querida, deseada, pues con su último novio, a pesar de que dice que no estaba enamorada de él, se quedó 5 años (¿cómo es posible que si no amas a alguien, te quedes con él 5 años?) y creo que en ella hay una inseguridad impresionante de no poder encontrar a quien la quiera...
viernes, 16 de febrero de 2007
Emporium encore
Fuimos ahí porque desde hace varios días teníamos ganas de fiesta y baile, pero nos tocó mala suerte. Pero qué diablos estoy diciendo? A ellos les tocó mala suerte, a mí no! Y quiénes son ellos? Buena pregunta... pues iba Chiappa Destra, Kaka, Blanche Neige (sin los siete enanos) y su novio (que por cierto es más agradable que ella). Nos echamos unas chelas, de las cuales, la primera ronda la disparó Kaka. Al rato nos dio por bajar a ver qué había en la cava y nos tocó un conciertillo que ya se estaba acabando... Había mucho rastoso (Yahuitl hubiera salido con los ojos cuadrados de ahí). Estaba raro el ambiente, porque en ese antro casi nunca hay rastosos... luego, vienieron un par de dj's que sólo ponían reggae. Yo no sé porqué pero siempre que escucho ese estilo de música, tengo una sola cosa en mi cabeza: un churro, un joint, la fumée... Los otros estaban con cara de "guácala la música rastosa" así que nos tuvimos que ir... Yo sólo pensé que de haber estado la Yahuitl y la Dragoncita, todo hubiera sido más chido y no habríamos dejado de bailar... en fin, gente aburrida!!!! (bostezo)
jueves, 15 de febrero de 2007
Y después de la tormenta viene la calma
viernes, 9 de febrero de 2007
Anoche vi nevar
(Algún lugar de Francia. 1.48 h. Suena In the Shadows de The Rasmus en un celular)
Moi: (pensé que era mensaje. ¿Ahora qué querrá este mono? ¿Al fin va a aceptar que está hasta las manitas por mí? No es mensaje. Es llamada. No mames... es la primera vez que éste güey me llama) Ouais...
L’autre: (ruidos de viento, gente gritando...) Chloé? Tu dormais?
Moi: Non... (sólo estaba en contemplación para mis adentros... ¿qué carajos quieres?)
L’autre: Je suis à MSA et je voulais te dire une chose...
Moi: Dites Moi... (pero rapidito, que tengo sueño... y mañana me levanto tempra, ¡baboso! Además, ya sé qué me quieres decir. No estoy en la universidad, ¿eh? Como otros... para quienes cualquier pretexto es bueno para irse a chupar y luego quejarse al día siguiente de que les duele el hígado. Mi tiempo sí es oro...)
L’autre: Je voulais te dire que...ici il neige. Et que quand j’ai vu la neige, j’ai pensé a toi... excuse moi pour t’appeler assez tard, mais... tu dois le voir... c’est magnifique la neige... (en el fondo, sus potes gritaban como enanos extasiados. No entendía qué carajos decían pero... “ouiiiiiiiiiiiiiiiii c’est magnifique la neige!!!!!!”) (risas de l’autre) C’est vrai, c’est magnifique la neige. (En el fondo me pareció escuchar a sus potes que decían “Dites-elle de venir!!!!)
Moi: Ah, bon... T’es fou, toi! (En vez de estármela contando, deja de estar chingando, cuelga y déjame ir a la ventana a ver... éste ya se volvió completamente idiota y loco... ¡y de un día para el otro!)
L’autre: C’est toi qui m’a fait devenir fou. J’éspére que tu voies la neige cette nuit...
Moi: Ah, bon, moi aussi... (Cuelga ya, pinche francés loco... no será una de tus alucinaciones alcohólicas? Para mí que de MSA te vas directito a AA...)
L’autre: Regardes par ta fênetre, peut-être il neige là-bas aussi...
Moi: OK (Pero si es lo que quiero hacer, francés de mierda, pero con tu choro, ¡no puedo ver qué pedo!)
L’autre: Bonne nuit. Dors bien!
Moi: Merci. (Si me dejaras, eso haría...)
One of Us Misread
But one of us misread,
What d’you know?
It happened again.
Misread, Kings Of Convenience
Desde hace no sé cuánto tiempo ya me las olía que l’autre andaba clavándose. Fueron varias las cosas que me lo dijeron, y todo empezó con un sencillo “J’adore faire l’amour avec toi. C’est pas comme avec les autres filles... ”. Pero lo dejé pasar, ni pepsi, para mí eso no quería decir nada. Según yo, seguíamos en terreno seguro. Otro día, me dijo “Est-ce que je peux faire une question? Qu’est-ce que tu pens de moi?” Pues le respondí que era lindo, que era chido, que era divertido... pero que casi no lo conocía. Y entonces me dijo “bon, je me suis rendu compte que tu jamais me demandes des choses sur moi. Tu jamais m’as demandé même d’avoir un verre d’eau... moi aussi, je pens que je te connais très peu, mais t’es gentil, très gentil avec moi. Veux-tu savoir qu’est-ce que je pens de toi? T’es belle, t’es gentil, t’es folle, mais, quand-même, je te connais très peu...” Eso que me dijo fue lo primero que me hizo pensar “este mono se está clavando...” ¿Para qué carambas quería “conocerme más”? Eso pasó cuando teníamos como un mes de haber empezado a vernos. Unos días después, me contó de él de su familia, me enseñó fotos de sus hermanos, me contó que su abuelo estaba muy enfermo y no recuerdo qué tanto más... Me preguntó sobre mí y mi familia, pero no quise contarle mucho; para mí estábamos pasando más allá del “cuchiplanchis” y así no convenía... “Pas d’obligations, pas d’obligations” me repetía una y otra vez en la cabeza. ¿Sería que no me había entendido?
Alguna vez vi en su cara una sonrisa extraña. Más bien, de pronto estábamos juntos y sonreía como si no se diera cuenta... primero fingía no darme cuenta, pero luego, se me quedaba viendo raro. “Qu’est-ce qu’il t’arrive?” le preguntaba yo. Y siempre la misma respuesta: “rien...”, y se volteaba para seguir sonriendo. “Pas de soucis” me decía a mi misma, circúlele, circúlele, aquí no pasa nada. Pero me sacaba de onda. Eso olía muy mal, pero seguramente yo no me dí cuenta. (¡No, no, sólo fingía, no quise verlo!)
Cuando comenzó su etapa comunicativa, me preocupé (pero sólo un poquito). Pero luego hacía cosas que me decían que quien se había equivocado era yo (como invitarme a quedarme a cenar, preparar él la cena, servir los platos, todo lindo y de pronto, él había terminado su cena (steack haché avec puré de pommes de terre, très français) le faltaba su último cachito de steack haché (crudo) y... metió la mano, o mejor dicho el tenedor, en mi plato para volarme un poco de puré sin pedirme permiso... sí, me sacó mucho de onda, pues según yo, no existía ésa confianza entre nosotros...) que ni al caso, que no se estaba clavando. Otro día, lo mismo, me invita a cenar, salmón y arroz... whatever... media cena, con todo y tele encendida, como buen hombre, ni pela cuando hay tele y de pronto... “burrrrrrrrrrrrp”... ¡eructó! ¡Frente a mí! (Se oye mal, pero descansa el animal...) Y bueno con esas cosas... ay no, cómo se va a estar clavando conmigo...
Antes de las vacaciones de diciembre, se puso medio raro: “Est-ce que je peux te faire une question?” Quería saber detalles de mi vida sexual: con cuántos, si él estaba dentro de los mejores, si me gustaba su trasero (¡¿?!), si pensaba que era guapo... nada del otro mundo, puras superficialidades. Que no, no se está clavando.
Luego vino Noël y todo iba súper chido, no nos íbamos a ver en casi tres semanas porque él se iba a su casa. Ni a quién le importara, ¿no? Pretexto perfecto para distanciarse, pensé. Me mandó mensajito en Noël: “Joyeux Noël”. Pudo habérselo enviado a medio mundo, cero personalizaciones... no se podía estar clavando. En Año Nuevo, texto: “Je te souhaite une très bonne année, Chloé”. “Pas de problème”, cero amor... aquí no ha habido ninguna baja. Terminan las vacaciones y de pronto “Dimanche je reviens. J’ai très envie de paser un moment avec toi”. Va, no hay bronca, no nos hemos visto desde hace dos semanas. El día que nos vimos... Se deshacía en atenciones: ¿tienes frío? ¿No te mojaste (con la lluvia)? ¿Qué tal tus vacaciones? ¿Necesitas algo? Diablos, se siente bonito ser consentida... (¿pero era consentirme o era que se estaba clavando? Ay, no, cómo se va a clavar....)
Luego de eso, pasaron casi tres semanas sin vernos. La semana pasada, me manda un mensaje “Est-ce qu’on peut se voir ce soir?” No, ni madres; yo ya había planeado irme de compras con Chiappa Destra y nada me lo iba a impedir. Respuesta “Dsl. J’ai déjà qlq chose prevu. Demain?” pero ni ganas tenía de verlo... incluso ya estaba pensando en mandarlo al cuernillo y como andaba medio resfriada, más tarde envíe un texto: “Dmain ça sera encore imposible. J suis malade et je veux pas que tu deviens malade aussi” Pas de réponse. El viernes me sentí un poquito sola y dije: “OK, pourquoi pas? C’est seulement pour me sentir moins seule...” Envío el texto y: “Dsl. J’suis rentré chez moi pour le weekend” Pas de soucis. Al fin que ni quería.
Esta semana, el lunes (textos):
L’autre: “On peut se voir quand?”
Moi: .... (me tardé en contestar)
L’autre: “Demain tu peux venir a partir de 16h”
Moi: “Demain je peux pas. C’est l’anniversaire de Chiappa Destra et on a déjà quelque chose de prévu. Mercredi?” (pero ni ganas tenía de verlo)
L’autre: “Je peux pas mercredi, jeudi, vendredi, samedi” (ah, chingá, ora hasta reyecito salió, si las cosas no se hacen cuándo y cómo él quiere, a la chingada, ¿no?)
Moi: ... (estaba que me llevaba pifas, ahora sí, ¿no? Muy mandoncito... pues que se busque una pinche vieja a la cual pueda mandar, porque a mí no me va a tratar como si fuera su vieja...)
Comentario offside de Chiappa Destra: “Tu vas te mettre dans le bordel... tu vas te mettre dans le bordel... tu vas te mettre dans le bordel...” (con la tonadita de “lero, lero” y risa de Befana)
Moi: “Il peut avoir mon doigt (el de en medio)... je m’en fous... je suis pas sa femme, ni son esclave... il peut aller s’en faire fou!” (chinga tu madre, pinche francés de mierda, no eres nada distinto del resto... no quiero volver a saber ni madres de los franceses... ¡váyanse todos al infierno!)
L’autre: (5 minutos después) “Ça me fait vraiment chier. Je suis desolé. Tu me manques”
Comentario offside de Chiappa Destra: “T’es déjà dans le bordel... t’es déjà dans le bordel... t’es déjà dans le bordel...” (risa de Befana a todo lo que da)
Moi (texto): “Je suis desolée, mais vraiement je peux pas demain”
L’autre: “Je comprends, mais maintenant j’ai beaucoup de cours et je dois rentrer le weekend prochain chercher ma voiture car je l’ai cassé la semaine dérniére.”
Moi: (¿y qué chingados quieres que yo haga? C’est toi qui a cassé la voiture, pas moi! Moi, je m’en fous si tu meurres... si je peux pas, je peux pas!!!!) OK. je viens a 16h. (Mais non, tu devais dire non... ¡chingada madre, Guibert, ya vamos a empezar! ¿No te has dado cuenta que te está manipulando?... n’oigo, n’oigo, soy de palo... ¡A quién no deberías escuchar es a él!)
L’autre: Genial! C’est cool mais je rentre a 16h45 donc viens à 17h.
Moi: (!ah¡ Pero cómo serás chismoso... habías dicho a las 16h. ¡Chinga tu madre! ¿Quién carajos te entiende?)OK, mais je dois partir à 19h.
L’autre: Pas de problème mais soit pas en retard. (¿sí, y qué? Sigo llegando tarde a todos pinches lados) Gros gros bissous.
Moi: ... (Fais chier! ¿Ahora hasta los horarios me quieres controlar? ¡Chinga mil y un veces a tu madre! ¿Ya ves, Guibert? Ora te aguantas por pendeja..)
L’autre: (10 minutos después) T’as raison. Demain je suis a 16h chez moi pardon.
Moi: (jojojojojojojojojojojojo, parece que ya tienes dueño, Guibert. Jojojojojojojojo ¡Pero dueño de tu tiempo!... ¡Cállate, pinche consciencia pendeja!... jojojojojojojojojo) OK je viens a 16h.
L’autre: (mardi, 15h) En fait, j’ai cours cet aprés-midi.
Moi: ¡¿?!... (¿Ya ves? Ya te están mangoneando bien y bonito... ¡te lo dije!... Mais il a dévénu completement fou d’un jour a l’autre... qu’est-ce qu’il lui arrive?)
L’autre: (10 minutos después) Mais comme je veux te voir, tu peux venir a 17h demain.
Moi: (Pinche francés loco... Al cuerno contigo...) D’accord. A demain. (A ver si así el puto capta que si me vuelve a cambiar el plan, se va a ir derechito a la piedra de los sacrificios)
L’autre: (Mercredi, 17h09) T’arrive quand?
Moi: (Bueno, a éste ya se le acabó de cocinar el cerebro con tanto alcohol que se ha tomado... jajajajajajajajajaja ¡Te lo dije! Todos son iguales, los miras tantito a los ojos y ya se creen que te pueden traer cortita...) Dans 5 min (grrrrrrrrrrrrrrrrrrr)
¿Me creerás si te digo que llegué y estaba como loco? Pero como loco de... pasión. Se me abalanzó a los brazos, me abrazó, me llenó de besos “On se voit jamais”, más besos... Me tomó en sus brazos, me besaba y me besaba... agarraba aire... me volvía a besar. Cerró las cortinas y...
Nos sentamos sobre su cama. Me acosté en sus piernas, me hacía piojito. Me contó su vida en las pasadas tres semanas (il ne voulait pas me raconter comment est-ce qu’il avait cassé sa voiture, mais, aucun souci), me hacía más piojito. Sonreía en esa manera extraña en que sonríe a veces. Me miraba y me miraba. Yo medio abría los ojos de repente, lo veía mirándome... “Qu’est-ce qu’il t’arrive?”... la respuesta de siempre “...rien...”, suspiro, me seguía mirando. “Dites-moi, qu’est-ce qu’il t’arrive?”... esta vez la respuesta fue otra: “Ça, je le garde pour moi...” (What the fuck is he saying?!) “S’il te plait, dites moi qu’est-ce qu’il t’arrive?”... “Il n’y a pas de françaises qui ont les yeux comme ça...” (¡Chingá! ¿Quieres un signo más claro?) “Bien sûr que non!” (¿Y ahora qué carambas vas a decir? ¿Pues qué puedo decir? Nada...)
miércoles, 7 de febrero de 2007
Entre Apolo y Dioniso
(Marcador: Apolo y Dioniso, texto en ambos: los dos)
Me había dicho que vivía cerca de SS. Eso sí lo había entendido. (Donc, on peut se voir a SS, non? Oui, pour toi c’est facile d’arriver là). Texto: “Dimanche, 15 h SS”. Respuesta: “Mais, tu es au courant que tout est fermé le dimanche?” Texto encore: “Pas quelques cafés au Centre Ville”. ¡Ilusa!
La verdad, buscaba excusas para hacerme la menos fácil. Sabía hacia dónde iba la cosa. Llegué a SS y ya me estaba esperando. J’ai marché vers lui. Me miró y se levantó (estaba sentado) caminó también hacia donde yo estaba. Wait a minute, he’s walking quite decisively. Paró el pico... ¿Qué hace? ¡Diablos! Eso sí no lo esperaba: deuxiéme fois qu’on se voit et il me salut comme si on étais déjà quelque chose. Esto no me late, pas du tout. Terminamos en el café que hoy es de casi diario con las morras. Café y luego... ¿lluvia? Fais chier! Putain! Merde! ¿Un pretexto para lo que sigue? “On peut aller chez moi...” C’est lui qui a possé la question. Y yo pensando en responder que no, abro la boca y: “Pour quoi pas? Où est-ce que t’habites?” ¡Me lleva el demonio contigo, Guibert! ¡Contigo no se puede! Lost cause! T’es folle, toi! Fuck! Fais chier!
Camino a su casa, me tomó de la mano. (“No mames, Guibert, ¿y si alguien te ve?... no mames tú, ¿quién chingados te va a conocer aquí?... ah, pos sí, ‘erdá?”. Llegamos a su hogar. (Casi) Todo bajo control. (“¡Vaya! Por lo menos es limpio: cama hecha, ni rastros de bóxers, pantalones o calcetines sobre el piso... ¿Lo habrá tenido todo fríamente calculado? Naaaaaaaaaaaah”) Como no hay sillas, nos sentamos sobre la cama (“¡¿?! What the fuck is going on with you, Guibert? I don’t even recognize you!!!!... Sorry, mii no spik inglich... ¿¡!?”) Me abrazó, me jaló hacia sí, buscó mi boca... ¿beso? Sí, beso... Tout de suite, on était déjà en posición horizontal. (“¿Pos qué te digo, Guibert? Estás más ensartada que nada... pos sí, ya ni me digas... ya ni pepsi”) ¿La ropa? Aún en su lugar. Se detuvo un momento, me miró... “est-ce que je peux faire une question?”... “oui” (“a ver si ahora sí dices que no... ¿Cuándo vas a entender que no veniste de huila? Ay, pero si bueno ¿eh?”)... “Qu’est-ce que tu veux avec moi?”... (“Piensa rápido... cómo se dice ‘no commitments’?... ¡sepa!”) “Pas de compromis... pas d’obligations...”... “Je ne comprends pas”... “Oui, tu sais? Pas de o-bli-ga-ti-on. Nous ne sommes pas ensemble”... “D’accord, c’est bon”.
Pero sí a mí me encanta la "Gasolina"
A l’autre lo conocí cuando tenía muy poco tiempo de haber llegado. Lo conocí como nunca antes se me hubiera ocurrido conocer a alguien: bailando reggaetón (pues sí ¿y qué? Lejos de casa se vale, ¿no?) en ese antro que acá se anuncia como: “helping ugly people having sex since
Finalmente me dio el síndrome Cenicienta, de regresar a casa a la hora señalada, pero por primera vez no era porque tuviera toque de queda, sino porque al día siguiente, la chamba llamaba temprano y después de tanto sudar, baño seguro a las 7. Además, mis acompañantes se morían de sueño. El chancleo había estado duro. La mana con su “ándale ya vámonos o te quedas...” y yo sin poder entender palabra de lo que decía l’autre. Tomé el celular que tenía entre las manos y le guardé mi número, esperando equivocarme, porque aún no me lo sabía bien, pero ya sería cosa del destino. Le dije “me tengo que ir” me hizo cara de “no, por favor” y yo medio le expliqué que tenía trabajo al día siguiente y que “mes amis m’attendent”. Dí las gracias o eso iba a hacer, porque me acerqué y... ¿me está dando el beso en la boca? ¡Me está dando el beso en la boca! Oh, merde! Salí de ahí con la conciencia oliendo a axila de francés.
Juro que ebria no estaba, acá el pinche alcohol cuesta un ojo de la cara. Ça veut dire: embriagarse es prácticamente imposible a menos que tengas varo. Whatever, el punto es que todo el camino de regreso al château me fui pensando: “¿En qué diablos pensabas, Chloé Guibert? Esto no es ni
martes, 6 de febrero de 2007
Hombres
lunes, 5 de febrero de 2007
Y luego no quieren que uno se vuelva Grinch...
Fumer tue
Mientras tanto, tengo que salir a la calle cada vez que quiero fumar, a riesgo de que si es de noche, me pase algo horrible. Liberté, égalité, fraternité, mon culot! Tengo derecho a decidir si me quiero morir antes, ¿no?
Intolerante
Hace unos meses, fuimos al cine. Vimos una película que se llama "Mauvaise Fois". Ahí sale una actriz bastante famosa en Francia que se llama Cecile de France, que siempre usa el cabello corto y un poco revuelto. Chiappa destra ponchata dijo cuando salimos: "me gustaría cortarme el pelo como ella..." y Bella Durmiente soltó su verborrea: "ay, sí a mi también me gustaría, el problema es que si me lo corto, mi príncipe azul me deja... siempre ha dicho que no le gustan las mujeres con pelo corto, y además, el día en que me case tengo que tenerlo largo, sino, ¿cómo me voy a peinar?" y Chiapa destra le preguntó: "pues qué, ¿te vas a casar en seis meses?", a lo que Bella Durmiente respondió"ay, no, me caso en tres años..." (what?!!!!) De lo anterior, esta su servilleta sólo puede decir:
1) En tres años, es seguro que el pelo te crezca... ¡mucho!
2) Qué hueva no poder cortarte el pelo, hacerte un tatuaje, un piercing o cortarte una uña porque tienes miedo a que el único wey que te hace caso, te deje.
3) Si el pelo no te crece... ¡Existen las extensiones! (de cabello natural si quieres, para que no parezca que no es el tuyo)
4) Creo que hay ya tan pocas emociones en la vida como para encima agregarle la presión de "me caso cuando termine los estudios", o sea... ¿Es lo más emocionante que puedes hacer después de que te has quemado las pestañas tanto tiempo?
Pues según yo, el mar está lleno de peces y a que se los coma otro o me dé indigestión, pues para eso existen tantos productos para las agruras, ¿qué no? Que dios nos agarre confesados de ser así, tan cuadrados o como los caballitos: ir por el camino con la vista lateral tapada...