lunes, 5 de febrero de 2007
Y luego no quieren que uno se vuelva Grinch...
Sábado 16 de diciembre. Fin de semana en Lille. Il faut prendre le train à 8:05 y las europeas con su afán de que todo salga a la perfección. Hay que estar en la Gare a las 7:30 (pero ¿por qué si el tren sale a las 8:05 y puedes subirte hasta dos minutos antes de que salga? grrrrrrrr) . Un pain au chocolat y un café para el desayuno. N'oublier pas le compostage des billets (amende si tu ne le fais pas) y finalmente, subir al tren. Adentro está calientito, afuera... hiela. Nadie habla, todas están muy serias... ¡Qué hueva! Ahora resulta que desde que ven que a mi no me gusta levantarme temprano, nadie soporta levantarse temprano... es una enfermedad contagiosa. Afuera no sé qué clase de cosas suceden porque todo está oscuro. Intento dormir un poco. No puedo, quiero ver todo lo que se pasa por la ventana, quiero ver el amanecer y ver si en otros lugares hay vaquitas de chocolate como las que vi camino a Dieppe. El sol va apareciendo poquito a poquito por ahí, lejos lejos, mientras escucho una y otra vez a Interpol, The Dears, Jarvis Cocker, Mogwai, Bloc Party, Elliott Smith... mis ojos bailan, de pronto se cierran de sueño, se abren unos segundos más tarde (¿minutos tal vez?) veo más y más cosas conforme el sol se va levantando. Las vacas también tienen frío porque hoy no han salido...Finalmente me quedo dormida. Despierto unos minutos antes de llegar a Lille. Hace frío aún con la calefacción del tren. Todas siguen malhumoradas. Afuera llueve. Debí haber traído mis botas. Qué más da...Por fin llegamos a Lille. ¿Dónde he visto una estación de trenes parecida? París. Saint Lazare. La estación a donde llegamos parece la misma de donde salí hace unos meses camino a Rouen, la primera que vi. En la calle hace frío, llueve, paraguas que desfilan. La avenida de enfrente está flanqueada por elefantes... algo hay sobre la India acá. Buscamos un café, el frío es mucho. Todas siguen malhumoradas. Pasear bajo la lluvia no es lo más grato, menos cuando hace frío, pero ¿qué se puede hacer? Este tipo de cosas no se ven todos los días... Marché de Noël, atascado de gente. Centre Ville, apenas se puede caminar. Rueda de la Fortuna, 50 metros de diámetro, pero ni subir se puede porque hay un colononononón... caminar y caminar. ¿Qué más da? Canciones de Navidad por aquí y por allá. No puedo evitar pensar en mi casita. En mi mamá, en todas las babosadas que hacemos cuando estamos juntas y es Navidad, como cantar villancicos con nuestra nula afinación. El olor de Navidad y mi papá que sólo dirige las obras... el árbol está muy gordo, muy enano, le falta luz... la pasta está cruda o muy cocida, le falta o le sobra sal... ¿no se olvida nada? Y mi Jelipe, que no sé si algún día me perdone no pasar nuestra primera Navidad juntos a su lado... que tanta falta me hace con sus sonrisas que sólo yo sé como sacar, con esas ojeras tan horribles que tiene ahora y esa barba de tres meses que no se ha querido rasurar... pensar en todo lo que me estoy perdiendo con ellos... cambiaría el fin de semana de malos humores por unos treinta segundos de estar con ellos, en preparación de Navidad.
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2 comentarios:
Demonios... acabo de darme cuenta de que el único ritual quesque navideño que tú y yo tenemos es el de irnos a Pachuca unos días antes (o después), a ver qué sale... Mmm podríamos crear uno nuevo, ahora que ya somos "grandes" jajaja...
A mí siempre me ha parecido muy difícil viajar con otras personas. Cuando anduve por allá, por ejemplo, a ratos María y yo teníamos desacuerdos y problemillas porque una quería hacer una cosa y la otra algo distinto, y así. Es complicado, está eso de los ritmos, los intereses... Prefiero a mis papás y a Isanao para esos rollos. Si hay problemas, en última instancia, ya sabe uno mejor cómo manejarlos. De todos modos, es padre superar esas pruebas (María y yo conseguimos que nuestra relación sobreviviera a eso, jojojo, y eso también es motivo de alegría).
Te extrañamos acá, chiquilla. Pero disfruta el frío, porque cuando llegues acá, te recibiremos con mucho calorcito.
(Por cierto, acá hoy está nubladísimo, ha llovido de a poquitos, el frío está medio tremendo, y no me dan ganas de salir -por suerte es día feriado. Pero en efecto, cuando estás allá, no puedes ponerte tus moños y decir "ah no, mejor no vamos a ningún lado, hace frío"... y es increíble ¿no crees? en parte, gracias al clima -yo sé que tú también lo disfrutas, ya me imagino, con tu cantidad de suéteres, abrigos y demás...)
Un abrazo, guapa.
jajaja
acá, acá, acá...
¡allá!
(perdón, jojojo)
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